Después de varios días en los que la nieve amenazaba con llegar a Pamplona, este martes por la mañana por fin ha cuajado en la capital navarra, tal y como avanzaban los pronósticos.
La nieve ha dejado una fina capa blanca, por lo que se han vuelto a ver estampas invernales, mientras los termómetros marcan -0,2 grados. Esta noche, el mercurio no ha registrado valores positivos en ningún momento y Pamplona ha amanecido a -2 grados.
No obstante, y según indica el meteorólogo Enrique Pérez de Eulate, se espera que lo cota suba hasta los 700 metros al final del día. Además, se espera que las temperaturas máximas se sitúen entre 2 y 7 grados, siendo las más altas en la vertiente cantábrica.
La última nevada registrada fue el pasado jueves día 8, cuando la ciudad amaneció cubierta de un manto blanco.
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